El Reiki es una técnica de sanar y cambiar conductas y actitudes que nos pueden resultar dañinas o indeseables. Esta técnica trata de equilibrar nuestra energía interna para evitar la pérdida de la salud a nivel físico, mental y emocional. Por tanto, su herramienta principal es el uso de energías para curar, además de ser una de las técnicas más sencillas y eficaces. Se trata simplemente de convertir las condiciones negativas en positivas.
El concepto Reiki está formado por los vocablos japoneses Rei y Ki que se refieren a dos formas de energía muy importantes. Rei sería la energía del universo a la que todos los seres humanos estamos conectados y que necesita ser completamente fluida para una salud óptima. Ki sería la energía vital que hay dentro del organismo de todos los seres vivos, y cuya calidad diferencia a unos seres de otros. El Ki que necesita un órgano depende de la estructura y densidad de este, si este deja de circula totalmente, la vida se interrumpe.
Lo básico en el Reiki es hacer que interactuar de forma armoniosa al Rei y al Ki. En las personas el Reiki restablece la salud y cambia las conductas o hábitos que le pueden ser dañinos. En los animales y plantas ayuda a la mejora de su salud física.
Para que haya una curación a través del Reiki, se debe establecer un sistema de comunicación entre el sanador y el paciente. El sanador realiza la función curativa a través de su energía mental y además es el conducto por donde fluye la energía Rei. Es el transmisor de esta forma de enrgía al paciente. Este será el receptor de dicha energía curativa. Es el paciente el que se cura a si mismo con el apoyo de la energía del universo. Finalmente la energía Rei en el paciente crea un flujo mayor y más armonioso de la energía Ki que mejora su estado general de salud. El paciente consigue una conexión con la Energía Maestra del Universo.