La palabra chakra significa puerta en sánscrito. Este término se empezó a utilizar por los vedad para denominar los centros energéticos del cuerpo humano. Existen 7 chakras principales y otros varios que son secundarios y que coinciden con los puntos de la acupuntura.
Cada uno de los chakras corresponde con algunas glándulas endocrinas del cuerpo humano. Los centros de energía se extienden por el cuerpo en forma de remolinos y van formando capas sucesivas alrededor del cuerpo. Cada chakra tiene una parte frontal y otra posterior, excepto el primero y el séptimo y todos ellos están unidos por un canal energético que corre a lo largo de la espina dorsal.
Las funciones de los chakras consisten en revitalizar el cuerpo energético y a través de ello el cuerpo físico y desarrollar algunos aspectos de la autoconciencia. Cada chakra está relacionado con una función psicológica concreta. Cuando el funcionamiento de los chakras es normal, están abiertos, y giran en el sentido de las agujas del reloj para metabolizar las energías particulares que necesita el campo de energía universal. Mientras que un mal funcionamiento los cierra y giran de forma contraria e interfiere en el metabolismo.
Como cada chakra está directamente relacionado con una función psicológica específica, lo que proyectamos con cada uno de ellos está dentro del área de funcionamiento de dicho chakra siendo esto algo muy personal y haciendo de las experiencias vividas por cada persona sean completamente únicas.